Préstamos para pagar impuestos
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¿Necesitas dinero para pagar impuestos y evitar multas?
Si tienes una deuda empresarial o particular tributaria, existe la opción de pedir un préstamo para pagar impuestos. De esta forma, puedes evitar los retrasos en las cuotas o cubrir un impago que te esté generando problemas.
Los préstamos para pagar impuestos están pensados, pues, indistintamente para particulares y autónomos. En el primer caso, suelen servir para abonar una multa, un recargo o una cuota del IRPF atrasada. El segundo supuesto puede referirse, además, al IVA o al Impuesto de Sociedades (IS). Sea como fuere, el objetivo es claro: que estos retrasos no generen impedimentos a medio y largo plazo, tanto en la búsqueda de financiación como, también, para no aumentar la cuantía de la deuda.
Este es el top 3 de los mejores préstamos rápidos clasificados ahora mismo en opinators:
¿Cómo obtener préstamos para pagar impuestos?
La obtención de un préstamo para pagar impuestos es relativamente sencilla, siempre que tengas capacidad de respuesta. Hay multitud de entidades financieras y de empresas que admitirán esta posibilidad.
Ahora bien, para este tipo de préstamos, se hace especialmente importante que tengas capacidad de respuesta. Y, para ello, te van a pedir, o bien un justificante de ingresos fijos o recurrentes, o bien un avalista externo, o bien alguna propiedad que haga de garantía. De todas formas, si cumples con los requisitos, la concesión puede ser muy rápida, sobre todo cuando se trata de pequeñas cantidades, y 100 % online.
Entidad | TAE | Guía visual |
0 – 317 % | ||
0 – 36 % | ||
0 – 36 % | ||
0 – 36 % | ||
0 - 317 % | ||
0 - 390 % | ||
0 - 36 % | ||
5 - 289 % | ||
6.89 - 11.94 % | ||
8.95 - 18.95 % | ||
11.5 - 394 % | ||
4.99 - 16.99 % |
Pros y contras sobre los préstamos para pagar impuestos
¿Cuáles son las ventajas y desventajas de los préstamos para pagar impuestos?
Pedir préstamos pagar pagar impuestos tiene una ser de ventajas y desventajas asociadas. Conoce las más importantes:
La primera ventaja de este tipo de préstamos, sobre todo para menos de 1.000 euros, es la rapidez con la que los conceden. Es perfectamente posible, si aún no estás en ASNEF, que en 10 o 15 minutos tengas la concesión del dinero; y, si trabajas con la misma entidad que el prestamista, que este se ingrese en tu cuenta. Cuando se trata de pequeñas cantidades, es una opción recomendable.
En segundo lugar, este tipo de préstamos se pueden gestionar online. Esto ayuda, igualmente, a que el periodo de tiempo de concesión sea menor que el que se da de media. No en vano, los procesos de solicitud a través de la red son más simples, de manera que evitas trámites innecesarios.
La tercera ventaja es que se pueden conseguir cantidades elevadas, y eso marca la diferencia. Por ejemplo, hay prestamistas que pueden proporcionar hasta 60.000 euros, sobre todo en deudas elevadas y si se trata de trabajadores autónomos. También es cierto que, para cuotas pequeñas, puedes obtener un microcrédito de menos de 1.000 euros, que también cumpliría con su función.
Otra cuestión igualmente importante es que se puede atajar un problema a corto plazo. Y si se trata de deudas con la Agencia Tributaria (AEAT) o la Seguridad Social (INSS), ten presente que se generan automáticamente intereses de demora. Como hay un coste de oportunidad alto por no pagar, esta es la manera de conjurarlo, al menos momentáneamente.
La primera desventaja, y no es menor, es que este no es un préstamo sin papeleo. Van a pedir garantías de pago y documentación que las acredite. Algunos ejemplos son la nómina, alguna pensión (menos habitual) o justificantes de pago de impuestos. En casos más extremos, para cantidades elevadas, es habitual que pidan una propiedad como garantía o similar.
En segundo lugar, tienes el problema de que los intereses, en algunos casos, serán superiores. No en vano, has de tener en cuenta que esta financiación, muchas veces, se pide para pagar un préstamo que no se ha pagado de forma natural. Esto, en consecuencia, trae una serie de problemas añadidos.
Finalmente, y esta es la desventaja más preocupante de las tres, esto no sirve como solución para problemas estructurales. Si tienes que pedir un préstamo para pagar la liquidación trimestral del IVA siempre, el problema no lo tienes de liquidez, sino, más bien, en tu operativa diaria.
Consejos para evitar errores habituales al pedir un préstamo para pagar impuestos
Errores más comunes a evitar
Cuando una persona pide un préstamo para pagar impuestos, suele cometer una serie de errores recurrentes. ¿Quieres saber cuáles son? Sigue leyendo, entonces…
¿Cómo elegir el préstamo para pagar impuestos?
A la hora de elegir un préstamo para pagar impuestos, hay que valorar distintos elementos. Son estos:
Información general
Información general sobre los préstamos para pagar impuestos
Proceso y pasos para pedir el préstamo
Obtener un préstamo para pagar impuestos puede ser más o menos rápido, más o menos sencillo, en función de la cantidad y de la plataforma con la que decidas trabajar. Aquí te damos las principales claves para que el proceso sea lo más fluido posible; toma nota:
¿Qué es lo que debes hacer constar en este caso? Datos básicos como el nombre y apellidos, DNI o NIE, dirección, nivel de ingresos netos mensual y si estás o no en ASNEF. Algunas empresas también te pedirán información familiar.
¿Cómo conseguir préstamos para pagar impuestos?
Los préstamos para pagar impuestos se pueden obtener, fundamentalmente, de dos maneras, a través de entidades financieras o de empresas fintech:
Preguntas Frecuentes
FAQ’s
Si quieres pedir un préstamo para pagar impuestos, te conviene conocer la respuesta a las principales preguntas que se plantean. Toma nota:
Sí, en principio puedes pedir un préstamo para pagar impuestos si eres particular. Lo que pasa es que, por lo general, se viabilizará como préstamo personal. Y, tampoco lo vamos a negar, la cantidad que te van a dar es inferior que si fueses un autónomo solvente.
Los particulares pueden recurrir a estos préstamos para pagar cantidades limitadas. Y, por lo general, si se trata de menos de 1.000 euros, no tendrán que dar demasiadas explicaciones.
Lo cierto es que el margen que hay en las solicitudes de préstamos de este tipo es enorme. El mínimo que puedes conseguir es de 50 euros, si se trata de un microcrédito; no obstante, hay entidades financieras que ofrecen hasta 60.000 euros. En función de tu deuda con Hacienda y de las necesidades de capital que tengas, podrás elegir una cantidad de pago u otra.
Es muy poco probable que a un particular con ASNEF le concedan un préstamo para el pago de impuestos, y tiene lógica, puesto que, usualmente, se pide esta financiación por falta de liquidez o por una deuda que ya se ha contraído. La única alternativa sería la de pedir un préstamo con ASNEF de hasta 800 o 1.000 euros, pero siempre que los impuestos que vayas a abonar no estén vencidos ya.
Por ejemplo, si tienes la previsión de que tienes que pagar una cuota de IRPF, puedes pedir el préstamo unos días antes de que venza. En ese caso, sí lo podrían conceder, pero para cantidades pequeñas.
La tasa de interés de estos préstamos dependerá del prestamista, pero, también, de tu perfil crediticio, de la cantidad que pidas y de los plazos de devolución. De todas formas, si son grandes cantidades, suelen ser intereses algo más altos que en otros préstamos, y las entidades financieras ofrecen entre un 9 y un 10 % TAE.
Los requisitos para acceder a este tipo de préstamos dependerán de cada entidad o prestamista. No obstante, sí que te podemos indicar algunos elementos comunes: mayoría de edad, residencia legal en España (DNI o NIE), alguna fuente de ingresos fijos y/o recurrentes, métodos de contacto y una cuenta corriente bancaria.
En función de la cantidad que necesites, o de la complejidad de la operación, pueden solicitar requisitos adicionales, sobre todo en el ámbito de las garantías exigidas.
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Préstamos para pagar impuestos
La opinión de nuestro experto sobre los préstamos para pagar impuestos
De entrada, los préstamos para pagar impuestos son una solución de urgencia ante una coyuntura excepcional. Y cualquier persona que se acerque a ellos, debería tenerlo en cuenta. No es el tipo de financiación al que se deba recurrir de forma irreflexiva.
Pero si siempre es importante saberlo, aquí lo es mucho más: tienes que analizar el porqué. Por ejemplo, si tienes una multa de la Agencia Tributaria sobrevenida, quizás sí que te puede interesar este préstamo. Ahora bien, si el problema está en que siempre tienes problemas para pagar el IVA o los pagos a cuenta del IRPF o del IS, esta vía hará más grave el problema a medio plazo.
Asimismo, hemos de insistir en que la variedad de opciones que existen son enormes. Y aquí se hace crucial que compares, sobre todo en cantidades pequeñas. Supón que tienes una pequeña multa de menos de 1.000 euros con la Agencia Tributaria o con el Ayuntamiento por impuestos no abonados. Pues bien, aquí un préstamo rápido, un microcrédito o un préstamo sin papeleo es muy útil porque, a veces, incluso lo puedes conseguir a interés cero. Si eres autónomo o tienes una PYME, entonces te interesarán más los préstamos de entidades financieras, con intereses y cantidades competitivas.
Otro aspecto que no hemos de descuidar es el de las alternativas. A veces, estos inconvenientes se pueden solventar mediante una buena gestión, y conviene que lo tengas presente. Reducir los gastos, por ejemplo, puede evitar que te veas en la necesidad de recurrir a este servicio. Aunque es un trabajo a medio plazo, te puede compensar, si no ahora, en el futuro, para no tener que volver a pedir.
Por todo ello, en Opinators te decimos que mires bien si no hay otra opción antes de llegar a este punto. Y si no te queda más remedio que pedir el préstamo, asegúrate de que la cantidad es la que necesitas y, sobre todo, que cumplirás en tiempo y forma.
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