Préstamos para estudios
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¿Necesitas dinero para tu carrera o para una formación?
Los préstamos para estudios son una forma de financiación si tienes que cursar estudios. Y, cuando se trata de formaciones de élite o en el extranjero, pueden ser muy útiles. No ha de extrañar que, en los últimos años, se hayan generalizado.
Los préstamos para estudios funcionan bajo la fórmula de préstamo personal y destacan por ser los que menos intereses cobran. Eso sí, las cantidades son de una cierta importancia y, en el último año, ha habido un encarecimiento. Además, has de saber que las condiciones que se exigen, en algunos casos, pueden variar con respecto a las genéricas.
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¿Cómo conseguir préstamos para estudios?
El proceso para solicitar un préstamo para estudios es relativamente fácil. Habrá que presentar el expediente académico y, en su caso, un aval, dependiendo de las características de los estudios. Por lo general, los ofrecen entidades financieras tradicionales o universidades que tengan convenios firmados con entidades.
La idea que subyace en la concesión es clara: cuanto más tiempo duren los estudios, más condiciones pedirán. Por lo tanto, es conveniente que tengas esta cuestión definida para no llevarte sorpresas. Eso sí, la buena noticia es que las entidades financieras, si la documentación está en orden, suelen proporcionar esta financiación en condiciones preferentes. Si tienes un buen expediente académico, es altamente probable que apuesten por ti.
Entidad | TAE | Guía visual |
0 – 317 % | ||
0 – 36 % | ||
0 – 36 % | ||
0 – 36 % | ||
0 - 317 % | ||
0 - 390 % | ||
0 - 36 % | ||
5 - 289 % | ||
6.89 - 11.94 % | ||
8.95 - 18.95 % | ||
11.5 - 394 % | ||
4.99 - 16.99 % |
Pros y contras sobre los préstamos para estudios
¿Cuáles son las ventajas y desventajas de los préstamos para estudios?
La modalidad de préstamos para estudios tiene sus ventajas e inconvenientes. Y es altamente interesante que los conozcas para que no haya problemas; toma nota, que esto te irá bien:
La primera ventaja, y de calado, es que en los préstamos para estudiantes se pueden conseguir cantidades elevadas. Por ejemplo, hay alguna entidad que te facilitará hasta 50.000 euros, a devolver en un máximo de 5 años. Esto, en principio, es un plazo suficiente para cubrir unos estudios universitarios de Grado. Eso sí, también existen préstamos para un solo año, para un Máster.
El segundo elemento importante es que las entidades son poco exigentes. No en vano, hay que señalar que se piden pocos requisitos en comparación con otro tipo de préstamos. Por ejemplo, en un préstamo personal convencional suelen pedir un justificante de ingresos fijos o recurrentes o un aval; aquí es posible, dependiendo del convenio con la Universidad, que las condiciones sean más laxas. ¿Por qué? Porque habrá un periodo de carencia durante el que no tendrás que pagar el préstamo. Además, son compatibles con las becas para estudios porque, en algunos casos, adelantan el dinero.
La tercera ventaja, y no es menor, es que los intereses de estos préstamos son más reducidos que en la mayoría de los casos. De hecho, hay alguna entidad que, incluso, ofrece un préstamo al 0 % de interés TIN, aunque se tengan que pagar comisiones. Y si los comparamos con otros préstamos, como pueden ser para coches, indudablemente estamos ante una opción muy competitiva.
La flexibilidad en los criterios es otro de los puntos favorables. No en vano, has de tener en cuenta que existen numerosas opciones de préstamo para estudiar. Y, por lo general, si tienes algunos ingresos o una garantía, va a ser muy fácil conseguir el préstamo en condiciones ventajosas.
La primera desventaja evidente es que aquí no puedes tener ninguna deuda con ASNEF. Si esto sucede, es indudable que no te concederán la operación. En consecuencia, es conveniente que revises previamente si tienes alguna factura impagada que te pueda traer problemas. A veces, por una factura de teléfono móvil, se puede ir al traste el préstamo.
La segunda desventaja es que estos préstamos están limitados a determinadas edades, por lo general 30 años como mucho. Ya no es solo que tengas que ser mayor de edad, sino que algunas entidades limitarán la concesión o los beneficios del periodo de carencia a partir de una determinada edad. En consecuencia, has de tener presente este punto para calcular bien lo que necesites.
Finalmente, has de saber que estos préstamos requieren en ocasiones, de un aval externo. Este puede ser de los progenitores o de la universidad en la que curses los estudios; la beca, si está concedida, también puede servir como aval. Y esto, en algunos casos, puede limitar las posibilidades.
Consejos para evitar errores habituales al pedir un préstamo para estudios
Errores más comunes a evitar
Los préstamos para estudios pueden traer algunos problemas si no sabes cómo hacer la solicitud. ¿Quieres conocer más detalles? No te preocupes, aquí te decimos cuáles son los principales errores al pedir esta financiación:
¿Cómo elegir el préstamo para estudios?
Un préstamo para estudios es un modelo interesante, pero has de tener en cuenta algunos aspectos para pedirlos. Toma nota, que esto te interesará:
Información general
Información general sobre los préstamos para estudios
Proceso y pasos para pedir el préstamo
El proceso para solicitar un préstamo de estudios es sencillo, aunque a veces algo burocrático. Lo importante, en estos casos, es que tengas toda la documentación en orden. Además, ten presente que la concesión, en este formato, no va a ser instantánea.
La comparativa va más allá de los intereses. También has de tener en cuenta aspectos como la cantidad total y el plazo de devolución.
Una de las ventajas de los préstamos para estudiar es que los intereses son menores. Ahora bien, has de acreditar que tienes capacidad de pago y, en ocasiones, también te pedirán el expediente académico para conocer tus notas; esto es común cuando hay convenios con universidades.
¿Cómo conseguir préstamos para estudios?
Los procedimiento para obtener préstamos para estudios son, básicamente, dos: préstamos de entidades financieras y préstamos de empresas fintech. Aquí te damos más detalles:
Preguntas Frecuentes
FAQ’s
Como este es un tipo de financiación distinta a la habitual, es normal que se tengan dudas específicas. Aquí tienes la respuesta a las más comunes:
Sí, la mayoría de las veces necesitarás un aval externo para el préstamo, a no ser que tengas unos ahorros o un cierto nivel de ingresos porque trabajas a tiempo parcial. Ese aval puede venir a través de tus padres, de algún familiar o, incluso, de una fundación vinculada a la universidad en la que estudies.
Conseguir una beca es plenamente compatible con un préstamo para estudios, porque no tienen por qué venir de la misma institución o entidad. Además, la beca suele cubrir solo una parte de tus gastos, así que el préstamo puede servir como complemento, sobre todo si vas a residir fuera de tu ciudad.
Las limitaciones de edad van a depender del prestamista, pero sí es verdad que suele haber una edad mínima y una edad máxima. En primer lugar, si tienes menos de 18 años no podrás pedir el préstamo tú, sino que lo tendrán que pedir tus padres. Y, por otra parte, para estudios universitarios o de Master no se suelen conceder préstamos a personas de más de 30 años.
El periodo de carencia o de gracia está sujeto a las condiciones que ponga cada entidad. Lo que sí podemos decir es que, a diferencia de otro tipo de financiación, este periodo es mucho más largo: puede oscilar entre 3 meses y 2 años. Si estás estudiando un Master, es perfectamente posible que solo tengas que empezar a pagar cuando lo termines.
Esta es una opción que suelen conceder la mayoría de las entidades financieras. No en vano, si hay algo que les interesa es minimizar los riesgos. De todas maneras, deberías comprobar previamente si existirá algún tipo de penalización por ello; no ha de extrañar que aconsejemos que consultes a un comparador de préstamos.
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Préstamos para estudios
La opinión de nuestro experto sobre los préstamos para estudios
Los préstamos para estudios, bajo nuestro punto de vista, son una excelente opción, si la sabemos utilizar bien. A fin de cuentas, permiten garantizar la igualdad de oportunidades y que personas con talento puedan mejorar su formación. Además, las condiciones suelen ser mejores que en los préstamos personales clásicos.
Esta es una solución financiera de nicho, lo que implica que solo se tiene que pedir si se va a estudiar. Y, ¡ojo!, la práctica totalidad de las empresas y entidades van a pedir un justificante de matriculación universitaria. En cualquier caso, y si cumples con los requisitos y tienes un buen expediente, lo recomendamos por estos motivos:
- Tienes la posibilidad de no pagar el préstamo durante un periodo de carencia que puede llegar a los 2 años. Esto es ideal para los primeros años de la carrera o si estás cursando un Master.
- Los intereses que se cobran son reducidos. Y, de hecho, hay alguna entidad financiera que se limita a cobrar comisiones. En cualquier caso, se trata de intereses significativamente inferiores a los de un préstamo personal convencional.
- Las cantidades que se proporcionan son grandes. Alguna entidad ofrece hasta 50.000 euros, lo que puede servir para financiar la carrera entera, si se trata de un Grado.
De todas maneras, y aunque es una buena opción, no debemos obviar los inconvenientes. Básicamente, tienes que estar seguro de que vas a poder responder, porque los avalistas suelen ser los padres o algún familiar; y si se trata de un préstamo que hace de puente hasta que recibas una beca, tienes que asegurarte de que tus notas son lo suficientemente altas como para responder con tu rendimiento académico.
En consecuencia, si bien es una posibilidad que recomendamos porque favorece la igualdad de oportunidades, no debemos obviar los riesgos. Si no te sacas la carrera, o no encuentras trabajo, los plazos empezarán a correr y el periodo de carencia se terminará. Llegados a este punto, te tocará pagar, a ti o a tus avalistas. Tienes que tener presente esto antes de pedir el préstamo.
Por todos estos motivos, consideramos que los préstamos para estudios son interesantes, pero siempre que tengas claro el “para qué”, el “cuánto” y el “cuándo”. Si tienes respuesta satisfactoria, un comparador como el de Opinators te hará más fácil el proceso, porque encontrarás las mejores ofertas del mercado.
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